el lado negativo del oficio
Los aspectos negativos del oficio en sí, los que se refieren al trabajo de modelar, son principalmente las exigencias que impone, y que crecen si tienes trabajo y éxito.
¿Crees que el modelaje puede darte entrada a grandes fiestas llenas de gente importante que duran hasta las 8 de la mañana con champán y caviar? Quizá eso lo consigan unas pocas de cuando en cuando, pero lo más probable, como modelo, es que te encuentres con que no puedes ir de marcha un viernes con tus amigos de siempre porque tienes que estar en cama a las 8 de la noche para levantarte a las 3:30 de la mañana con aspecto fresco, sin ojeras ni arrugas de risa, de modo que puedas llegar a las 4:30 a maquillaje para poder tomar esas fotos con la fascinante luz dorada del amanecer que quieren el fotógrafo o la agencia de publicidad o el cliente. O hacer catálogos de ropa de invierno en pleno julio... o de ropa de verano en diciembre (cosa común).
Es más probable que te en fiestas donde apenas puedes tomar algo de agua, tienes que sonreír durante horas y tomarte fotos con un montón de personas que no conoces, soportando unos tacones que te están matando... y eso sin importar que seas una invitada especial o seas parte del grupo de azafatas.
Otro problema es que los compañeros sentimentales de las (y los) modelos pueden sentirse inseguras o inquietas con el trabajo de su pareja. Tomarse fotos con un desconocido que les pide sin más que "seduzcan a la cámara" o que se vean "sexy", ir a reuniones de trabajo con anunciantes y agencias publicitarias, trabajar en horarios "extraños", ir a fiestas por trabajo, viajar mucho, son fuentes de tensión en las relaciones si no hay una amplia comunicación de lo que es este trabajo.
Y, si tienes éxito, aún sin llegar a ser una supermodelo, enfrentarás el hecho de que el trabajo no viene a tí, tú tienes que ir a donde está. Puede ser Miami o Nepal, Cancún o San Petersburgo en invierno. Puedes pensar que eso no importa, porque te encanta viajar. A todos nos encanta viajar... de vacaciones, pero viajar por trabajo, saltar de avión en avión, enfrentar los desfases horarios sin tiempo suficiente para adaptarte y comer demasiada comida de avión lejos de los tuyos, todo mientras sigues siendo fabulosa, inteligente, divertida y guapa, y dando el 100% de tu capacidad a tus clientes, puede no ser tan encantador.
Pero, sobre todo, el lado negativo es, precisamente, el acostumbrarte a que te digan "No".
Los castings no son lugares para gente delicada. Un cliente convoca un casting para encontrar una modelo que se ajuste a lo que él o ella tiene en mente, y desea ver a varias chicas (en ocasiones a muchas) para encontrar aquélla a la que le confiará su imagen, su campaña, su dinero, la que más se ajuste a su idea. La mayoría de las veces (la gran mayoría de las veces) te dirán que muchas gracias, pero NO. Probablemente no te digan por qué, y las causas pueden ser muchas: estatura, figura, color de ojos, que no le resultas simpática a quien toma las decisiones, que está de malas, que de todos modos quería darle el trabajo a una hija de una amiga de su tía, que te falta acá o te sobra allá, que das un aspecto demasiado así o asá, que eres muy joven o muy mayor, que llegaste de pantalones y no de falda (o al revés), que si tuviste uno de esos días en los que parece que el pelo tiene vida propia y se dedica a sabotearte... te van a decir que no te dan el trabajo la mayoría de las veces, cuando mucho con una vaga explicación como "no das el perfil", que no significa nada.
Es necesario alimentar tu seguridad en ti misma para que el rechazo no te afecte. En cada casting al que puedas acudir habrá siempre más candidatas que puestos, de modo que a la mayoría de ellas se les dirá que no, lo cual no debe tomarse como un juicio sobre ti como persona, como mujer y como modelo.
Incluso las supermodelos más conocidas enfrentan el rechazo de manera frecuente. Cuando un anunciante de enorme poder económico y presencia mundial decide a quién va a usar como "rostro" de una nueva campaña millonaria en euros, puede pasar por dos o tres nombres de gran presencia para decidir a quién elegirá, realizar negociaciones con una o dos agencias, y en el proceso tranquilamente puede decirle que "no" a Giselle Bündchen o a Tyra Banks.
Hay otros elementos que debes tener en cuenta. Debes cuidar tu peso, aún si no estás bajo la presión de las pasarelas. Y más vale que te guste el gimnasio, porque pasarás horas en él manteniendo la figura ideal. Y debes cuidar tu piel, pelo, dientes y uñas como herramientas de trabajo esenciales. Y debes hacerlo todo sin perjudicar tu salud (no hay justificación para enfermarse por estar guapa: la belleza es sobre todo equilibrio y salud).
En resumen, como cualquier oficio, el modelaje puede dar a sus profesionales muchas satisfacciones personales, ingresos que pueden ser de dignos a abundantes, amistades y muchos buenos momentos. Pero como todo oficio, tiene su precio y aspectos que debes conocer para poder manejarlos como una profesional.
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