la preparación de la modelo
Además de aprovechar tus mejores características físicas, debes tener la preparación necesaria para ser, precisamente "un modelo" de comportamiento: caminar correctamente, cambiar de expresión de manera convincente, usar con gracia y suavidad tus músculos, etc. Debes conocer tu rostro y tu cuerpo, sus virtudes y limitaciones, debes practicar las poses que aprovechan al máximo sus cualidades, conocer los estilos de fotografía actuales y el tipo de posado, además de ser creativa y tener un estilo personal para seguir la dirección que recibes y enriquecerla con tu capacidad personal y tu conocimiento de tu cuerpo y tu rostro.
Y, sí, debes estar dispuesta a aprender, tanto en las sesiones de fotografía, siguiendo las indicaciones del fotógrafo y aprendiendo de sus trucos como en academias y cursos. Hay mucho qué aprender. La preparación académica siempre ayuda: danza (de cualquier estilo o de varios estilos), expresión corporal, arte dramático y cursos en escuelas de modelaje te permiten ser una mejor profesional.
Si además quieres trabajar como "modelo portavoz" o azafata, debes tener facilidad de palabra, dicción y modulación correctas, expresarte con propiedad, usar correctamente el idioma y tener habilidad de relaciones públicas para transmitir claramente el mensaje que se te confíe y para tratar adecuadamente con todo tipo de personas, sin dañar la imagen de la empresa o marca que te ha contratado.
La preparación también incluye el saber maquillarse correctamente. Aunque en general en las sesiones de fotografía profesional hay un artista del maquillaje, en algunos casos se espera que la modelo haga su propio maquillaje. Revisa al respecto la sección de Cuidado personal.
Un caso especial son las habilidades adicionales en deportes u oficios diversos que se pueden aprovechar para crear imágenes atractivas.
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